Rubén Moreno (Huesca, 1980) es director del Festival Internacional del Cine de Huesca. Nos cuenta un poco sobre como ha sido la experiencia de este año.
¿Como valoráis la experiencia de hacer una parte del festival online?
El Festival Internacional de Cine de Huesca viene desarrollando un parte de su festival online desde 2015, a través de la plataforma Festhome, y de la disponibilidad de ver desde casa la sección oficial de cortometrajes a concurso.
Las situaciones derivadas de la crisis sanitaria provocada por el coronavirus, lo que han hecho es que ahondemos, profundicemos y desarrollemos más esta plataforma, que este año es de acceso gratuito y dadas las circunstancias ha pasado a ser, a través de nuestra página web, una sede más del Festival.
La valoración es positiva. Hemos podido romper la barrera del espacio físico y poder llegar así a un público objetivo que, dadas las circunstancias no habríamos podido acoger en Huesca. Además, hemos sumado público y la experiencia de usuario ha sido buena.
Esto ha sido posible gracias también a la generosidad de los cortometrajistas, que han permitido el estreno online de sus trabajos audiovisuales.
¿Se quedará como algo excepcional por las circunstancias de este año o irá a más esta parte online del festival?
Como contaba en la respuesta anterior, una parte de nuestro festival ya se desarrollaba online desde 2015. Hay que ver cómo, pero todo lo que sume y permita llegar más lejos, en un festival con el nombre de “internacional” intrínseco, es sin duda sumar opciones y dar facilidades a nuestro público, que no siempre puede desplazarse a Huesca. Así que, teniendo en cuenta que nuestra forma es de importancia presencial, trataremos de desarrollar esta parte online para sumar oferta y contenidos.
¿Cómo ha ido la actividad del autocine?
El autocine nos ha permitido mantener una conexión con la ciudad; desarrollar una actividad en la que el público sea partícipe del Festival. Además, hacerlo de una manera sanitariamente segura. El autocine ha funcionado genial. La gente ha agotado las entradas en casi todas sus sesiones, y la actitud del público ha sido la de sumar a una experiencia extraordinaria. Ha sido divertido y como programador, muy gratificante.
¿Ha habido dificultad para cumplir las medidas sanitarias en las actividades presenciales?
Ha habido que adaptarse. Sobre todo, en las sesiones presenciales en el Teatro Olimpia. Hemos sido el primer festival de Europa en abrir las salas y eso implica mucha responsabilidad. Hemos sido muy estrictos con el aforo, la desinfección y las facilidades para que nuestro público viniera de manera segura (gel hidroalcohólico, alfombra roja con la distancia de seguridad marcada etc.); por otro lado, nos hemos encontrado con un público concienciado, que ha contribuido a generar esta sensación de seguridad y nos lo ha puesto fácil.
Valoración general de la edición de este año. Tanto de las películas seleccionadas como la aceptación del propio evento.
El evento ha conseguido adaptarse. Ha sido un gran trabajo en equipo. Ha sido el primero en abrir salas de cine en Europa, se ha desarrollado el gran autocine y un gran escaparate online con más de 100 cortometrajes, que daban una muestra del momento actual del audiovisual internacional. Hemos tenido estrenos de largometrajes (destaca el de “Marcelino. El mejor payaso del mundo); estrenos sorpresa online (el documental mexicano “Titixe”); estrenos de piezas de video-ensayo (“En el Volcan”); hemos colaborado con Zinentiendo, con la Asociación de Realizadores Oscenses; con la Cátedra Bergman de la Universidad Autónoma de México; con el Festival Cuarentena… etc. Hemos llevado sesiones de cortometrajes a las residencias de ancianos, y hemos coordinados sesiones con diferentes colegios e institutos, llegando así a todos los públicos (y en especial a los que peor lo han pasado con la pandemia). Hemos tenido, a través de nuestras veladas y vermús, a Gaizka Urresti, Carlos Saura, Isabel Coixet, Luis Alegre, Anna Castillo o Pilar Palomero, contándonos sus historias y proyectos… etc. el Festival ha demostrado su capacidad de adaptación, su experiencia y ha convertido la dificultad en un reto, del que pensamos, a expensas de un balance más reposado, ha salido reforzado.