Un ejercicio simple; mirar la lista de estrenos de cada semana. Resultado del ejercicio; la bajona. ¿Por qué? Una cantidad ingente de películas que no tienen apenas alicientes para dejarte el dinero en una entrada.
No es cuestión de ir título por título comentando por qué no merecen una vista, creo que hay que ver de todo, eso no es malo. Pero cuando la punta de lanza de los cines para es tirar del fondo de armario programando Cinema Paradiso (1988) o Apocalypse Now (1979) es que algo no está funcionando correctamente. Reprogramar no está mal, pero es pan para hoy y hambre para mañana.
Lo que necesitan las salas son grandes títulos, y parece que las majors no están por la labor. El continuo retraso de Tenet (2020) es una buena prueba de ello. No se atreven a un posible pinchazo, pero o se estrena un blockbuster o las salas no arrancan hasta un futuro imprevisible. Es tarea de las productoras, de los grandes estudios y de las distribuidoras, pero es importante para todo el cine.
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