Hace unos años pudimos observar como el cine del sudoeste asiático se puso en boca de todos con las increíbles películas de artes marciales que nos llegaron desde la región. Unas películas que pusieron a Tailandia e Indonesia en el panorama internacional gracias a los títulos protagonizados por el actor y artista marcial Tony Jaa, estandarte del nuevo cine de acción tailandés, con su saga “Ong-Bak” o “Thai Dragon”.
En Indonesia surgió un cine de acción que intentaba emular el éxito que las películas de Tony Jaa habían cosechado en occidente. Gareth Evans realiza una revisión del género de las artes marciales mediante unas películas sangrientas y frenéticas. Una oda a la pornografía de la violencia, al regodeo en la sangre y al gore. Sus títulos han gozado de gran repercusión internacional gracias a las plataformas de video bajo demanda como Netflix, convirtiéndose en grandes éxitos entre el público heterogéneo y el de nicho.
Como pudimos ver en la entrevista con Ernesto Díaz Espinoza, pionero del cine de artes marciales en Latinoamérica, hay un gran fandom ligado a este tipo de cine, un público homogéneo que se encuentra al día de los nuevos estrenos dentro del género. No es un cine tan de nicho como cabría esperar, Espinoza por ejemplo, sabía que podía hacer un cine para esta gran masa de público.
De entre todos los actores y directores que surgieron con estas películas, uno destaca por encima de todos, Iko Uwais, el actor fetiche de Gareth Evans. Un artista marcial que se ha convertido en toda una superestrella gracias a películas como “The Raid” o “Headshot”, en un nuevo cine de explotación de las artes marciales con un trasfondo urbano y moderno.
Iko Uwais nació en 1983 en Yakarta con el nombre de Uwais Qorny, especialista y coreógrafo de artes marciales, proveniente de una familia dedicada al Silat, el arte marcial indonesio. Gareth Evans se encontraba grabando un documental sobre el Silat y por cosas del destino ambos se conocieron cuando Iko estaba entrenando. Atraído por la carisma que transmitía le ofreció el papel de protagonista en “Merantau” de 2009. Una película que seguía el esquema del resto de las nuevas películas de acción, que reivindicaban el estilo marcial de cada país como Tony Jaa con el Muay Thai.
El cine de artes marciales ya estaba instaurado en Indonesia con bastante éxito con títulos como “La Venganza de Naga Sakti” interpretado por Kyokushinkai George Rudy, un campeón de karate que entre finales de los años 70 y 80 protagonizó un buen número de películas de acción. “The Warrior” (Sisworo Gautama Putra, 1981) fue otro de los mayores éxitos del país en la que se realizaron posteriormente varias secuelas. La película está ambientada durante la ocupación holandesa, basada en un popular cómic local sobre un rebelde que luchaba contra el gobierno holandés. Una historia que nos recuerda a “Buffalo Boys” (Mike Wiluan, 2018), una coproducción entre Singapur e Indonesia sobre la venganza de dos hermanos contra el gobierno holandés.
Ya había una industria que giraba sobre el cine de acción, era un tema muy recurrente en Indonesia, pero fue con Gareth Evans y de la mano de Iko Uwais, los que lograron que todo el mundo se percatase de la nueva industria cinematográfica del país.
Todo comenzaría, como hemos comentado, con “Merantau”. La película nos sitúa en una idílica villa agrícola donde los jóvenes de la comunidad deben de realizar su “Merantau”, un rito ancestral por el cual deben hacerse de un nombre. Yuda (Iko Uwais) se marchará a Yakarta para su Merantau, conociendo a Astri, una huérfana explotada por unos traficantes europeos.
La película cosechó bastante éxito entre la crítica y en algunos festivales como en el ActionFest, ganando el Premio a la Mejor Película. Un título con un argumento algo quemado pero con unas coreografías y unos combates bastantes espectaculares que suplen esta deficiencia argumental. Tenemos además, la corta y maravillosa aparición de Yayan Ruhian, en el papel de Eric. Ambos, Iko Uwais y Yayan Ruhian nos brindan una fascinante pelea en la estrechez de un ascensor, una absoluta delicia para el espectador más acérrimo del género, en un combate que no sería el último que harían.
Tras “Merantau”, Iko Uwais fue llamado para hacer “The Raid”, catalogada como una de las mejores películas de artes marciales de los últimos años. Con un reparto de 10 formado por Joe Taslim, Yayan Ruhian –haciendo del icónico Mad Dog- y Donny Alamsyah que ya repitió en “Merantau”. Poco podemos decir de “The Raid” que no se haya dicho ya, fue también un completo éxito entre el público y entre la crítica, bastante sencilla pero efectista, cargada de sangre, violencia, honor y lazos familiares. Una brutalidad nunca antes vista en el cine de artes marciales, un cine crudo y realista, un giro de 180 grados al género, una revisión por completo al género de las artes marciales. Ganadora de varios premios internacionales, se ha convertido en toda una película de culto.
Alcanzó tanta fama que Evans decidió hacer una secuela con mucho más presupuesto. De nuevo con Iko Uwais en el papel protagonista. “The Raid 2” profundiza más como un thriller de espías y de mafias, pero con una acción desenfadada y brutal. Una secuela que no tiene nada que envidiar a su predecesora. “The Raid 2” no decepcionó en absoluto, nos brindó la violencia a la que nos tenía acostumbrada la pareja Evans-Iko Uwais, un visionado y una experiencia difícil de olvidar. Se nota bastante las influencias del cine noir que se hacía por aquella época en Corea del Sur para ambientar la película.
Tras la secuela se esperaba una tercera entrega que cerrase la historia, pero por desgracia se canceló. Evans volvió a su Gales natal donde hizo “El Apostol” tocando el terror y la fantasía, como un cambio de aires a su cine y a su vida privada. Iko Uwais por suerte siguió a lo suyo. En 2015 junto con Yayan Ruhian tuvieron un pequeño papel en “Star Wars: El despertar de la Fuerza”, a modo de homenaje/referencia.
Comenzaría a trabajar con Timo Tjahjanto, un director bastante peculiar que trabajaba codo con codo junto a Kimo Stamboel en la elaboración de películas de terror y gore como “Darah” o el mediometraje “V/H/S/2: Safe Haven” que realizó junto con Gareth Evans. Posteriormente harían “Killers” un thiller noir con bastantes dosis de gore y sangre.
“Headshot” sería la primera película que haría junto con Iko Uwais, un título que comparte –y bastante- el estilo de las películas de acción de Gareth Evans, resultan la misma esencia, como si hubiese sido un cambio de directores. Tanto Evans como Tjahjanto se han consagrado como los auténticos reyes de la acción asiática, no teniendo nada que enviar a las grandes superproducciones hollywoodienses.
Iko Uwais se iba haciendo un nombre dentro de la industria, coprotagonizando películas en Estados Unidos como “Beyond Skyline” o de actor de reparto en “Milla 22”. En 2018 volvería a trabajar con Timo Tjahjanto en “The Night Comes For Us” junto con Joe Taslim con el que ya compartió pantalla en “The Raid”. La película es una absoluta locura de principio a fin, un derroche de sangre, morbo, gore y acción. Con unos personajes femeninos increíbles interpretados por Salvita Decorte en el papel de Shinta, Dian Sastrowardoyo y Hannah Al Rashid, que nos brindan unas atractivas y espectaculares escenas de acción entre mujeres a las que no estábamos acostumbrados en este nuevo cine de acción. Se agradece bastante esta inclusión, que nos hace remontar y recordar aquellos grandes papeles de artistas marciales de la Shaw Brother como Cheng Pei Pei.
“The Night Comes For Us” nos cuenta la historia de Ito (Joe Taslim), un antiguo integrante de la mafia que tendrá que proteger a una pequeña niña de las garras de la organización. Timo Tjahjanto nos brinda un interesante thriller cargado de brutalidad y acción, con una pelea final entre Joe Taslim e Iko Uwais para el recuerdo. Una película distribuida por Netflix que comenzaría a apoyar a este cine de artes marciales.
Lo último de interés que haría Iko Uwais, a parte de la serie de televisión que protagoniza “Wu Assassins”, sería “Triple amenaza”. Un blockbuster tailandés que reúne a grandes artistas marciales como Tony Ha, Scott Adkins, Michael Jai White o Tiger Hu Chen. Un título que se hizo bastante de rogar y de esperar al ser considerada como el “Mercenarios” de las películas de artes marciales. Cargada de tópicos de algunas películas de los 90, busca la espectacularidad para el disfrute del espectador, no propone nada interesante, solo una constante lluvia de golpes y acción.
Sin duda una concurrida carrera cinematográfica la que nos está dando el bueno de Iko, deseando estamos de que Gareth Evans vuelva al género junto tras sus años de desintoxicación de golpes y mamporros. Soñar con un “The Raid 3” es gratis.