El 9 de abril llega a la cartelera española una comedia gallega, hablada mayoritariamente en gallego, que nos presenta cómo un grupo de cuñados se ven abocados a cometer un delito para conservar lo que más quieren. Cuñados (2021), dirigida por Toño López, es una historia de campechanía y sorna gallega.
Eduardo y Sabonis son dos cuñados a los que les ha salido un agujero por un negocio de la construcción (la Españita inmortal). Por una serie de catastróficas desdichas secuestran a Modesto, el cuñado de Alicia Zamora, poderosa y déspota empresaria. Sin embargo, Alicia no es amiga de pagar rescates y los tres cuñados trazan un plan para tangarle un millón de euros y salvar el viñedo familiar.
Hasta aquí esta historia podría ser universal, pero hay algo que le da buena parte de la identidad de la película. La localización. Ourense. Esa lejana y extraña provincia de la cual no sabemos absolutamente nada en el resto de España. En palabras de su director, orensano de nacimiento: “Queríamos ubicar la historia en un lugar que influyera en la trama”.
Nos presentan un lugar bastante extraño, en el que puede pasar de todo. “Ourense es la única provincia que no tiene mar y es dónde se cuece el mejor pulpo. Yo aún no sé por qué es así.” Según Toño López. Los pilares orensanos que sustentan la trama son el propio pulpo (principio y final de la película), el vino de Ribeiro y el Club Ourense de Baloncesto, en el cual Sabonis jugaba cuando una lesión en el talón de Aquiles truncó su prometedora carrera, y cuyo ascenso a Liga ACB, la máxima categoría profesional del baloncesto español, en 2015 sirve como uno de los elementos que van dando forma a la narración.
Es una película que pone el valor humano sobre cualquier otro. “La idea es que sean personajes entrañables –asegura Toño-. Una de las cosas muy buenas que tienen es que son muy torpes, pero para hacer daño. Intentan ser criminales, pero no lo son. Se ven obligados a serlo, pero no les sale porque son buena gente.”