El nuevo título de la conocida factoría de animación japonesa Studio Ghibli está dirigido por Goro Miyazaki, el hijo del legendario Hayao, es una adaptación del libro homónimo de Diana Wynne Jones y la primera incursión de Ghibli en el campo de la animación digital.
‘Earwig y la bruja’ es la historia de una niña que vive en un orfanato totalmente feliz y en plenitud por pizpireta y espabiladísima. Un buen día, Earwig es adoptada por una peculiar familia formada por una revisión de la cómica pareja de El Gordo y el Flaco, esta vez con una estricta bruja y un violento y misterioso señor (y un gato majísimo).
Es de esperar que los acérrimos seguidores de la obra de este estudio japonés descabecen esta película porque sentirán que, de alguna forma, se les ha traicionado. Como si el audiovisual tuviera esa capacidad de traición y la necesidad de gustar a los fans que cada vez son más mayores.
Disfruto con los menesteres de la gente que lleva la osadía por bandera (sin ser yo nada de eso), por lo que la historia de Earwig me parece entrañable. Hay algo en el carácter y determinación de esta niña que tiene que ver con un valor humanista muy alto, con las ganas de mejorar y con el optimismo inabarcable.

Puede que esta película no quede entre los grandes títulos del estudio, e incluso puede que de aquí a unos años nadie se acuerde de ella, pero en el mientras tanto ‘Earwig y la bruja’ será una película entretenida. Lo de la posteridad es un invento muy sobrevalorado que goza de un prestigio cultural inmerecido.
Estreno en cines: 30 de abril de 2021