Montevideo, comienzos de la década de los 70. Lo cotidiano comienza a volverse incómodo debido a la amenaza de un golpe de estado militar y el extremismo se asienta aún más en muchos sectores de la población. Diego y Leonardo son escritores y guionizan un conocido programa de televisión humorístico, pero en estas situaciones no hay risa que valga: desde la dirección del programa pronto comienzan a decirles que las sátiras no pueden incluir ninguna crítica política. Por otra parte, Susana, una joven prostituta amiga de Diego, comienza a estrechar lazos con el teniente Rojas, conocido por ser uno de los torturadores más crueles de los que se oponen al régimen venidero. Todas estas historias tienen lugar alrededor de la pensión en la que vive Diego, en la que inquietud es un huésped más debido a la desaparición de Sergio, posiblemente secuestrado por los servicios militares.
El nuevo film de Rafa Russo condensa de forma original la tensión y lo terrible del totalitarismo: en lugar de mostrar la oscuridad de los años del régimen de Bordaberry, nos enseña la represión y el miedo previos al golpe de Estado, que ensombrece todo como un desastre inminente.
Si eres español, casi seguro que esta película te evocará a algunos relatos de cierta etapa oscura en nuestro país. Tanto si lo eres como si no, seguramente te chirríe bastante escuchar a Daniel Grao y Sara Sálamo fingiendo acento uruguayo. Pero eso es otro tema.
El año de la furia refleja muy bien las distintas partes del horror de un régimen de este tipo: desde la humillación de esconder quien uno es hasta lo macabro de unas torturas que no siempre son físicas. El verdadero dolor, sea del tipo que sea, es el que hace imposible que puedas hablar sobre él; y en este film hay mucha gente sin palabras. En cualquier caso, consigue atraparnos y nos hace reflexionar sobre lo irremediablemente político que es todo. Quizá estén de más algunas líneas narrativas en torno a pasiones y amoríos que nunca terminan de resolverse y que caen muchas veces en tópicos sin servir al argumento principal. Igual soy yo, que estoy en contra del beso de tornillo como solución a las cosas. Bueno, y casi que de los besos de tornillo en general.
Estreno en cines: 28 de mayo.