Negro púrpura es un documental dirigido por Sabela Iglesias y Adriana P. Villanueva sobre el cornezuelo, un hongo que ejerce el oficio de parásito en las semillas de ciertos cereales como el trigo o el centeno. Esta película es una propuesta para recorrer la forma de existir gallega con el vehículo de los testimonios de personas mayores que en algún momento de su vida se cruzaron con el Claviceps purpurea, nombre científico del protagonista.
La agricultura es uno de los pilares de la economía gallega. Dentro de esta, cabría destacar la importancia del centeno, un cereal cuya harina nutre a los pobladores de climas fríos. Dichosos son alemanes, polacos o daneses. La miga prieta del centeno es bien apreciable en el pumpernickel, un buen mazacote marrón de fuerte aroma y sabor ácido y ligeramente dulce.
Además de lo delicioso de sus resultados panificables, el centeno es la planta en la que el cornezuelo suele aparecer. Desde antaño se le suponían a dicho hongo propiedades medicinales como la de facilitar y agilizar los partos, no sin que ello conlleve, en muchos casos, efectos secundarios. De hecho, al cornezuelo se le adjudica ser la causa de epidemias medievales como el “Fuego de San Antonio”, cuyo paso por nuestro mundo dejó un sinfín de amputados y tullidos, los cuales pudieron ser los primeros peregrinos a Santiago.
Resulto que nuestro parásito es un hongo alucinógeno. Una droga bastante fuerte cuyo conocimiento llegó hasta a la más potente industria farmacéutica o la mismísima CIA.
No se me daba muy bien la asignatura de química en el instituto, por lo que pido perdón de antemano por mis posibles imprecisiones. Un científico llamado Albert Hoffman descubrió el LSD gracias a aislar unos alcaloides (compuestos químicos de las plantas) que eran alucinógenos del cornezuelo. Sí, hay una relación directa entre los tripis y el pan de centeno del Mercadona.
Todo esto suena a negocio muy turbio y peligroso. Afirmación que choca con los principales rostros con los que nos ilustra Negro púrpura, gente mayor gallega (y encantadora) que recolectaba el cornezuelo sin tener ni idea de qué era ere pequeño cuernecito negro que salía en sus cereales.
La principal virtud del documental es acercarnos a estas personas, cuyo testimonio supone un aliento de cercanía y cariño. Son ancianos que cuentan peripecias de la vida cotidiana, como vender el hongo en los mercados locales, parir bajo los efectos del cornezuelo o cuando el pueblo entero se emborrachó con una generosa hogaza de centeno (puede contener trazas de droga).
Lo humano es muy bello y Negro púrpura da prueba de ello.
Estreno en cines: 24 de septiembre.